Con esto de la rehabilitación energética y la sostenibilidad hay ciertos detalles que conviene tratar de aclarar mediante un ejemplo práctico que ilustre la situación mas allá del «píntalo de verde» tan recurrido últimamente.
Dado que hay subvenciones para este particular y con la obra nueva en estado vegetativo, las empresas de suministros están sacando productos que publicitan activamente. Como ya hicimos con los cerramientos ahora veremos que se está haciendo con la envolvente, es decir las paredes y el techo de los edificios.
La solución que se toma para proporcionar mayor resistencia al paso de calor es recubrir la superficie exterior de las fachadas con placas aislantes, ancladas mecánicamente y con acabado de enlucido de cemento armado con malla de fibra de vidrio. La clave está en el aislante utilizado que es mayoritariamente poliestireno expandido (EPS), nosotros proponemos el corcho natural, los motivos son muchos, vamos a ver:
Con respecto al origen está claro, el corcho es un material 100% natural y renovable, que se aglomera en planchas gracias a la propia resina que segrega al aplicarle calor, mientras que el poliestireno expandido (corcho blanco o porexpán) es un producto sintético derivado del petróleo. Si también tenemos en cuenta que mas del 80% del corcho mundial se produce en la península, en alcornocales que son ecosistemas de gran riqueza biológica y que todos los hidrocarburos son importados, extraídos de pozos y procesados en refinerías contaminantes, el aspecto sostenible está claro, además el corcho almacena CO2 que retira de la atmósfera mientras que para producir el poliestireno se emite CO2 fósil. Seguir leyendo «Rehabilitación energética ¿Corcho o poliestireno expandido?»