Este forjado está construido mediante bóvedas de revoltón, que son pequeñas bóvedas de ladrillo que apoyan en las viguetas. También llamadas bovedillas han acabado dando nombre a las piezas cerámicas que las sustituyeron.
Aquí las viguetas son doble T de hierro, lo que indica que el edificio es posterior a 1846, fecha en que se empleó por primera vez este material en forjados de piso en Madrid.
En esta sección se aprecia la ligereza original de estos forjados, que optimiza al máximo los recursos materiales, y como, sobre él, se ha añadido una cama de arena y un terrazo, en este caso para llegar al nivel de la acera (es un local en planta baja) que sube cada vez que se repara la calle, a un ritmo de unos 15 cm en los 140 años que lleva levantado el edificio.