La casa del páramo merideño se ha adaptado al clima tropical de montaña mediante técnicas y sistemas bioclimáticos opuestos a los de la vivienda Warao, esto es debido a las diferentes condiciones climáticas que supone el gradiente vertical (la disminución de la temperatura según subimos en altura) pese a estar ambas tipologias a la misma latitud y recibir por tanto la misma cantidad de radiación solar.
Los sistemas pasivos principales, referidos a la envolvente y a la distribución espacial, son los siguientes:
Cubierta ligera captadora construida mediante estructura de par e hilera de rollizos de madera, tablero de caña común (arundo donax) y acabado de teja curva cerámica sobre mortero de tierra y cal.
Edificio semienterrado con muros de tapial sin huecos sobre zócalo de piedra, aportan masa térmica para almacenamiento de calor (inercia térmica) y geotermia al tiempo que protegen la edificación de los vientos fríos de las cumbres, creando un patio porticado resguardado a través de donde se ilumina y ventila la vivienda.