Como ejemplo del deterioro que puede causar en una mala actuación tenemos el caso de esta corrala que con mas de doscientos años fue rehabilitada íntegramente en el 93 y que llegó a nosotros en 2007 con expediente de expropiación forzosa por falta reiterada de conservación.
En este caso el técnico correspondiente, si es que hubo alguno, debió pensar que el babero de cinc que bordeaba el corredor era algún tipo de excentricidad decorativa prescindible, al mismo tiempo se decidió barnizar la madera en lugar de pintarla.
Estas dos iniciativas conjutas han provocado mas daños a la estructura de madera de la corrala en 15 años de lo que el mismo uso y los mismos elementos causaron en los mas de 200 años anteriores.
Aquí podemos ver que ni siquiera se llegó a colocar un baldosín cerámico con goterón, esto a provocado la escorrentía constante de agua sobre la madera sin protección.
El agua, al filtrarse en el forjado del corredor, ha provocado la pudrición de las cabezas de las viguetas que, en algunos casos, han acabado haciendo de cuña y desplazando las carreras sobre las que se apoyaban al interior del patio, perdiendo así la vertical que casi causa el colapso de la estructura.
Para colmo, esta corrala, al tener infravivienda generalizada (ya hablaremos de esto) no puede recibir subvención del Plan Especial.