Apeo de muro de entramado.
El apeo consiste en redireccionar las cargas que soporta un elemento concreto de un edificio por medio de estructuras auxiliares para posibilitar los trabajos de rehabilitación sobre dicho elemento.
Tras apear correctamente el muro con unas sopandas, que son tablones de madera horizontales apoyados en puntales telescópicos a cada lado del muro, se pueden retirar los restos de entramado de madera.
Una vez retirado el entramado los cerrajeros pueden colocar la nueva estructura de perfiles de acero laminado.
En este caso estamos sustituyendo la durmiente y dos pies derechos, retacados ya en una actuación anterior.
La durmiente o carrera es el madero horizontal embutido en el muro sobre el que se apoyan el resto de los elementos de la estructura, horizontales o verticales, y ha de retacarse para evitar movimientos una vez entrada en carga.
El pie derecho se ha soldado en su base sobre un chapón de acero anclado a un dado de hormigón.
Para mantener la flexibilidad de la estructura no se han de hacer empotramientos en los encuentros del acero, si acaso unos puntos de soldadura que permitan el movimiento natural del edificio.