Seguimos con la consolidación del edificio de el Pardo.
Tal y como esperábamos el muro de fachada estaba muy deteriorado, con grietas pasantes en forma de arco señalando al punto donde hubo vertidos continuados de aguas de residuales desde la red de saneamiento. Estas grietas no eran visibles ya que toda la planta baja estaba cubierta, interior y exteriormente, por un tabique adosado y enfoscado de cemento. Estas soluciones trasdosadas no transpirables son nefastas para los muros de carga, no solo no permiten ver el estado real del edificio sino que, sobre todo, impiden evaporar el agua que sube al muro por capilaridad desde el terreno, quedando dentro de la fábrica, disgregando los morteros de cal y los ladrillos y sumando al descendimiento la pérdida de la capacidad portante del elemento.
Siguiendo nuestro criterio de utilizar materiales compatibles, lo más parecido posible a los originales, estamos utilizando ladrillos de era y morteros de cal hidráulica , es importante que los ladrillos se traben en el muro, retirándose las partes sueltas hasta el interior de la grieta y colocando algunos ladrillos hacia el interior del muro desde ambos lados para que este trabaje conjuntamente.
La cal hidráulica utilizada es natural, sin aditivos, la que nos suministran nuestros amigos de la Red Verde, es transpirable y permite el paso del vapor de agua, es mucho más elástica que el cemento, fácil de utilizar, fragua rápido y además es ecológica.