El poder de la biomasa agrícola: Sistema Tomás

El poder calorífico contenido en los residuos agrícolas se pone de manifiesto con este invento de origen andaluz: El Sistema Tomás. Esta salamandra de patente española calienta este comedor de 100 metros cuadrados situado en la sierra de Jaén, con temperaturas bajo cero y nevadas este año, utilizando como combustible orujo de aceituna, el residuo de la molienda del aceite.

Según nos cuentan los dueños de este restaurante de  Noalejo, el Rincón de Pepe, antes de colocar este invento completamente autóctono gastaban 25 euros al día en  gasoil o electricidad, ahora, a razón de 30 kilogramos de huesos triturados al día y 8 centimos de euro el kilo su consumo ronda los 2,4 euros/día, apenas el 10%. Y es que  la eficiencia energética  no se trata solo de conciencia ecológica sino de sentido común.

Por cierto, biomasa aparte, el conejo con ajos que preparan es increíble.

El poder de la biomasa agrícola: Sistema Tomás

[Proyecto BIOURB] Caldera de leña adaptada a circuito de radiadores en Fermoselle

Antonio y Laura son nuestros vecinos de Fermoselle, en cuyo barrio judío hemos montado el estudio para el trabajo de campo de Biourb.
Esta simpática pareja obtiene el calor para su casa mediante una caldera de leña de más de 30 años. Esta caldera, instalada en el hueco de la chimenea por otro vecino de Fermoselle, está conectada al sistema de radiadores y se ayuda de una pequeña bomba para distribuir el calor mediante el agua del circuito. Además, al tratarse de una casa tradicional de piedra, que almacena energía en sus muros, el gasto en combustible que tienen al año es de apenas 250 euros. Todo un récord de eficiencia, sobre todo en una comarca donde hay «nueve meses de invierno y tres de infierno» y las viviendas convencionales de ladrillo, aislante y caldera de gasoil gastan unos 1500 euros/año.

[Proyecto BIOURB] Caldera de leña adaptada a circuito de radiadores en Fermoselle

Cocinas de leña.

cocina-de-leaa-la-vecilla-1Esta cocina de leña de principios del siglo pasado sigue en pleno funcionamiento en el pueblo de La Vecilla, en León. Dispone de un depósito que suministra agua caliente para lavar y ducharse al tiempo que almacena parte del calor producido, imprescindible para poder enfrentarse  al duro invierno de la montaña leonesa. Sus propietarios han rehabilitado la casa instalando una caldera mas moderna y cómoda de usar, también de biomasa y por conductos de aire, pero aún utilizan la antigua en momentos especiales ya que dispone de horno.

El suministro de leña se hace mediante «La Suerte», un sistema a través del  cual el ayuntamiento sortea las zonas  montaña que se han de podar, de manera que se limpia el bosque y se utiliza esta energía renovable.

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Cocinas de leña.

Cocinas de carbón vegetal, calefacción tradicional por biomasa.

cocina-de-carbon-madrid-iEsta cocina de carbón está en una corrala que estamos rehabilitando. Aún se encuentran algunas en pisos que han estado vacíos durante décadas, algo bastante habitual en los barrios de Lavapiés y Embajadores de Madrid, y acaban inevitablemente en el vertedero.

Son un recuerdo de como conseguían calentarse las casas, antes del uso de  sistemas de calefacción que extraen su energía de la almacenada en los combustibles fósiles, mediante el uso de biomasa.

El carbón vegetal que utilizaba se extraía y transformaba en varias zonas de la península y  su producción servía para limpiar los bosques, disminuyendo considerablemente la probabilidad de incendios y creando gran cantidad de puestos de trabajo.

Actualmente  toda esa energía solar almacenada en las ramas bajas y árboles caídos se desperdicia, volviendo el CO2 a la atmósfera, con el riesgo ecológico que supone tener el bosque lleno de combustible.

vivienda-con-cocina-de-carban-plantaEstos ingenios servían para cocinar, obviamente, pero además caldeaban por radiación el resto de la casa, de ahí que fuesen tan pesadas y sólidas, con mucha masa térmica y recubiertas de ladrillo refractario en muchos casos.

En esta ocasión, como se puede comprobar en la planta, se encuentra prácticamente en el centro de la vivienda, junto al muro de carga central, lo que hace que el calor emitido no se desperdicie y parte de él se vaya acumulando en la masa térmica adyacente, emitiéndose poco a poco , amortiguando así la oscilación térmica entre el día y la noche.

En la planta de esta corrrala también podemos ver la diferencia importante de grosor que existe entre el muro de fachada y el muro de cierre interior que da al corredor abierto. Esta diferencia de dimensiones (mas del doble) nada tiene que ver con la carga que soportan estos muros, siendo incluso mayor la que soporta la línea de carga interior, sino que revela como dicha fachada, es decir su masa térmica, es parte del sistema de climatización de la casa, ya que la fachada da a la calle por la que pasan los vientos y la interior al patio, mas protegido.

De esta forma se almacena el calor en invierno (y se impide que entre en verano),  gracias a la inercia térmica de los materiales que conforman la construcción.

Cocinas de carbón vegetal, calefacción tradicional por biomasa.