La calefacción por suelo radiante mediante agua es, además de la única recomendada por la Organización Mundial de la Salud, la más eficiente y lógica si tenemos en cuenta algunos conceptos de termodinámica básica, algo no tan habitual entre la profesión.
Podemos encontrar el precedente de este sistema en la arquitectura tradicional, desde el hipocausto romano hasta la gloria castellana, pero fundamentalmente en la naturaleza, ya que así distribuye el calor nuestro cuerpo o el planeta, transportando la energía mediante agua, a través de la circulación sanguínea y las corrientes oceánicas.
En este caso hemos proyectado corcho nacional en lugar de los aislantes petroquímicos que se utilizan habitualmente, donde fijamos el circuito de polietileno reticulado con grapas.