El primer paso para construir la choza es conseguir los materiales, los cuales, salvo quizá los horcones de madera, están todos en un radio de 1000 metros del lugar donde se va a levantar. Para el corte de la caña brava es fundamental seguir los ciclos de la planta para que esta sea duradera y resistente, con la sabia y agua apropiadas en el momento de la siega. Según los entendidos del valle el corte se ha de hacer en la menguante de enero, ni antes ni después, y así hemos hecho, ahora apoyada en vertical se estará secando durante unos meses.
Arquitectura indígena
Eco-Domos: Chozo extremeño y cúpula geodésica
Chozo extremeño reconstruido en Hornachos, Badajóz, y cúpula geodésica fabricada con crucetas de andamio recicladas, Puerta del Sol, Madrid.
(se recomienda iniciar los dos vídeos al mismo tiempo)
Chozo Extremeño en Hornachos, Badajóz
Este chozo se encuentra junto a un cortijo en la Sierra del Mampar, cerca de Hornachos, en Badajóz. Estas viviendas temporales de pastores son desmontables y transportables y se levantan trenzando un enramado sin apenas amarres, como indicaba el profesor J. A. Hasler tras estudiar detalladamente estos cobijos prehistóricos aún en uso en 1966:
«Los techos cónicos se hacen en Extremadura asentando en el suelo o en la pared de piedra unos palos sin labrar, los cuales se juntan arriba en un solo punto, ofreciendo la espeluznante maravilla de un equilibrio sin amarre alguno»
Estos verdaderos eco-domos escenifican bastante bien cual ha sido el tratamiento que han tenido en estos últimos 40 años los conocimientos tradicionales, varias décadas que hemos empleado en menospreciar y abandonar técnologías que maravillarían al mismísimo Fuller. Atención a la geometría del entramado.
Este chozo es una reconstrucción, los amarres se han realizado con alambre y el recubrimiento con brezo por razones de durabilidad, el diseño original utilizaría tomiza y paja.
Bibliografía:
Carlos Flores, Arquitectura Popular Española, Aguilar 1974.
J. A. Hasler, Sistemática ergología del chozo en Extremadura, Revista de estudios Extremeños, 1966.
Diversidad bioconstructiva en el río Orinoco, Estado Amazonas, Venezuela: Maloca Curripaco
Diversidad constructiva en el río Orinoco: Vivienda Piaroa
Como venimos contando en este blog desde su creación, la diversidad constructiva tradicional está desapareciendo a escala planetaria, lo que nos hace cada vez más dependientes de energía y productos industrializados no renovables. Esta pérdida de conocimientos que ya denunciaban en los 70 algunos visionarios nos está haciendo perder soberanía constructiva a un ritmo incontrolable.
El caso de los Piaroa en el estado Amazonas venezolano es singular, las antiguas viviendas de planta circular con cubierta de palma de doble curvatura prácticamente han dejado de construirse, como avisan Gasparini y Margolies en su libro Arquitectura Indígena Venezolana, para ser sustituidas por diferentes tipos de vivienda más sencillas, con influencia de otras etnias como los Guahibo o los Yekuana en el mejor de los casos, y en el peor por miserables construcciones de bloque de cemento y cubierta de chapa obra de un Instituto de la Vivienda que parece no haber entendido nada.
Así podemos encontrar una docena de tipologías constructivas diferentes en una sola comunidad, levantadas con bahareque, palma, tapia, BTC o cemento. En próximas entradas de este blog iré exponiendo el trabajo de campo realizado en un reciente viaje a la zona del cerro Autana, junto con el análisis de las estrategias bioclimáticas, los materiales y las peculiaridades que encierran cada uno de los diferentes modelos encontrados en esta parte venezolana de la selva amazónica.
Construcción bioclimática actual siguiendo técnicas indígenas Yekwana en Trinchera, Venezuela.
Churuata Yekwana, El Playón, Estado Bolíbar, Venezuela.
Sistemas bioclimáticos y adaptación al medio de la arquitectura palafítica Warao. El Janoco
El Janoco warao se enfrenta al clima tropical, caracterizado por altas temperaturas, fuertes lluvias estacionales y humedad alta constante, mediante tres métodos principales:
Protección solar: La cubierta de palma de temiche con amplios aleros crea un colchón aislante que protege la vivienda de la radiación solar, esta radiación es disipada y el calor no penetra en el janoco gracias a que se trata de un cubierta transpirable auto ventilada. Además la pendiente a dos o cuatro aguas permite la rápida evacuación de las aguas procedentes de las tormentas tropicales.
Máxima ventilación: La ausencia de paredes, la altura del techo y la situación respecto a los vientos están pensados para premitir la máxima ventilación con el fin de enfriar la construcción y eliminar la humedad, a esto hay que sumarle el suelo de troncos de manaca que también permite el paso de aire fresco en contacto con el río y la cubierta auto ventilada.
Ausencia de inercia térmica: Con temperaturas elevadas constantes y poca diferencia de esta entre día y noche, esta construcción ha huido de todo lo que sea susceptible de almacenar calor (inercia térmica), hasta el punto de levantarse de la tierra y prescindir de cerramientos.
Estos aspectos bioclimáticos extremos son fruto de la adaptación a su hábitat del pueblo Warao, que según parece lleva en estas tierras entre 8.000 y 9.000 años, casi nada.
Caminería y palafitos en comunidad Warao
Sistemas bioclimáticos y adaptación al medio de la arquitectura palafítica Warao. Urbanismo fluvial
La arquitectura palafítica se puede encontrar por todo planeta, especialmente en la zona intertropical, donde la radiación solar es intensa y constante.
Esta solución constructiva recurrente se separa de la tierra firme por varias razones, en el caso de los Warao del delta del Orinoco podemos señalar dos principales, aparte de la de protegerse de posibles ataques de animales o insectos, que determinan incluso el urbanismo de las comunidades:
-Cercanía al medio de comunicación principal y proveedor de alimentos.
-Regulación de la temperatura.
La tierra se calienta dos veces mas rápido que el agua ya que el agua tiene mas capacidad de absorber calor (inercia térmica) y se evapora absorbiendo mas energía en este proceso, además, como el río está en movimiento, el calor no se acumula.
A esto hay que sumarle que estos caños, verdaderas autovías fluviales, encauzan los vientos favoreciendo la ventilación y refrescando el asentamiento. En comunidades establecidas como la de las imágenes la vivienda se compone de dos palafitos, uno a cada lado de la pasarela principal que conforma poblado, la cocina-fogón en el lado del río y la casa de los chinchoros en el lado interior.